Anoche fuimos a ver a un trío de Jazz, liderado por Michael Kaeshammer. Nunca habíamos oído de él, pero como MCA nunca nos había defraudado y además nos gusta el Jazz, era una apuesta segura. La tocata estuvo espectacular, me encanta sorprenderme con músicos que no conocía antes. El perfil de Michael en el folleto comentaba acerca de su juventud y su conocimiento musical enciclopédico, es un niño prodigio y se paseó por diferentes variantes del jazz. Una cosa muy divertida era que mezclaba constantemente esas viejas melodías de la era en la que el piano acompañaba al cine mudo, Chaplin y toda esa onda. Tocó un par de piezas de piano solo que me dejaron boquiabierto, ambas eran de los años 30, una era de un momento en el que se tenía la tradición de dejar el piano libre mientras el pianista del bar estaba en su descanso, si llegaba alguien que pudiera tocar mejor que él, inmediatamente era reemplazado. La otra pieza era de un músico que quiso imitar el ruido que hacían los trenes al pasar cerca de su casa. Este tipo sólo con el piano armaba una fiesta entera.